Evo Morales, ex presidente interino de Bolivia, renunció al poder en 2019 y actualmente está detenido por terrorismo y sedición.
Los cargos contra el gobierno del ex presidente boliviano
Parece que el partido de Evo Morales, Movimiento al Socialismo, está casi contemplando un golpe de Estado contra la administración conversa que ahora dirige el país bajo Jeanine Áñez.
De hecho, varios funcionarios que sirvieron bajo el mandato de Evo Morales ya han recibido órdenes de arresto y otros están actualmente detenidos.
Esto es bastante delicado si se tiene en cuenta que Evo Morales está acusado de organizar reelecciones fraudulentas y de reprimir ilegalmente la disidencia en el país.
En el pasado, cuando Morales dejó el cargo tras las protestas por la reelección de 2019, el gobierno de transición también buscó procesar al ex presidente y a funcionarios clave de su administración por manipulación y fraude electoral.
Las acusaciones recíprocas de los dos bloques políticos bolivianos
Sin embargo, parece que el partido Movimiento al Socialismo ha vuelto a ganar bajo la tutela de Luis Arce y que el ex presidente está de vuelta.
Esto dio lugar, antes de que surgiera la nueva acusación de Evo, a un primer movimiento de la independiente Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, una agrupación democrática que surgió en los años 70 y 80 con el objetivo de acabar con las dictaduras de los militares y las fuerzas armadas en la historia del país.
Aquí, los aliados y enemigos de Morales afirman que han sido perseguidos tras su dimisión. En ambos bandos se ha acusado a personas de diversos delitos relacionados con la política y se les está investigando.
Por ejemplo, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, también está siendo investigado. Fue una figura clave en la creación de la presión para la destitución de Evo Morales.